Luis Riu: “Os presento al colaborador más leal, eficaz y cercano: José Manuel Celdrán, mi mano derecha”
29 septiembre, 2022Todos los que trabajan conmigo, colaboradores o proveedores, además de mis amigos y familia, le conocen. Él es el que sabe, consigue, contacta, explica y arregla. ¡Hasta mi madre le llama cuando tiene dudas! Es mi mano derecha y el que hace que mis ideas y proyectos se conviertan en realidad trasladando la información a las personas adecuadas, con rapidez y serenidad. La persona que ha hecho malabares para que, en un mundo digital e inmediato, sea posible que mi estilo de trabajo más analógico siga siendo un éxito. José Manuel Celdrán, mi asistente personal, es todo discreción y eficacia. Una persona completamente indispensable para mí.
Cuando reflexionaba sobre quién podría ser protagonista de un artículo del blog, de repente me iluminé y pensé que José Manuel tenía que ser necesariamente el siguiente. Sin él, esta máquina no estaría bien engrasada. Así que, a partir de hoy, todos van a conocerle un poco más.
Punta Cana: primer destino de José Manuel Celdrán en RIU
Para empezar, vamos a hablar de sus nombres y motes. Dependiendo de quién le llame puede ser José Manuel, Celdrán o Funsi. Este último fue el mote que le pusieron en Punta Cana al poco de llegar. “Gafas, peinadito, perilla y un libro bajo el brazo, así llegué yo a trabajar al departamento de Administración del complejo en 1995. Así que dos compañeras con mucha guasa, Estela Sanz y Sonia Humanes, me empezaron a llamar “funcionario”. Primero entre ellas, pero al poco, con el buen ambiente y la broma que siempre reinaba, ya me lo dijeron y todos empezaron a usar el mote. De ahí a Funsi, solo pasó un poco de tiempo”, explica José Manuel.
La gente en RIU sabe que estuvo en Punta Cana unos años, en concreto fueron cinco, y según él mismo ha explicado, los mejores de su carrera. Lo que la gente no sabe es que José Manuel y yo no coincidimos allí. Celdrán llegó para sustituir al responsable de facturación de Dominicana. Cuando llegó allí estaban abiertos los hoteles Riu Taino, Riu Naiboa, Riu Palace Macao y estaba a punto de inaugurarse el Riu Melao y yo, que había llegado en 1990, me acababa de trasladar a Puerto Plata para la apertura del Riu Merengue antes de volver a Mallorca a las oficinas centrales.
Responsable de administración para Punta Cana de RIU Hotels & Resorts
“Yo estudié el bachillerato en el colegio San José Obrero de Palma y, como no hubo suficientes alumnos en la línea de Formación Profesional de Delineación que yo había escogido, acabé haciendo Contabilidad a la par que el Bachiller. Luego empecé el Acceso a la Universidad, pero ya no acabé el curso. Desde chaval trabajaba en cafeterías y en verano vivía con mi hermano en El Arenal y trabajaba en discotecas”, recuerda José Manuel. “En 1983 entré en el área de administración de una empresa propietaria de varias discotecas de la Playa de Palma y allí trabajé hasta que llegó la oferta de RIU. Esta vino de la mano de Vicente Ferrer Ros, que se jubiló recientemente siendo director de Administración Corporativa en RIU, quien me llamó para decir que buscaban a un responsable de administración para Punta Cana”.
Y esa fue la oportunidad que aprovechó José Manuel. Yo siempre he dicho que en Punta Cana se trabaja mucho, pero también se goza mucho y él lo corrobora. “A mí esta oportunidad me llegó en el momento justo. Allí viví una segunda juventud. Al llegar me encontré con un equipazo con gente como Enrique Vargas, Juan Antonio Medina o Fernando Ferrera, al poco se unió también Juan Carlos García. Trabajábamos sin mirar el reloj, pero también nos divertíamos muchísimo. Había un gran ambiente”, explica José Manuel sobre esos años.
El efecto 2000, provocó grandes cambios
En 1998 hubo un gran proyecto en RIU para actualizar los sistemas de facturación. “Llegaba el temido año 2000, aquel que iba a provocar el fallo mundial y que, afortunadamente, no provocó tal desastre, pero fue el detonante para desarrollar ese gran proyecto para el que RIU trajo a Juan Antonio Medina para liderarlo”, explica José Manuel. También dejó Punta Cana Fernando Ferrera, que hoy es director de Administración de Dominicana, y Enrique Vargas, que hoy es director general de Administración de RIU Hotels, y también ascendió en aquel momento para gestionar todo el Caribe, precisamente donde este año han vuelto con fuerza las Riu Party.
“Yo quedé como responsable en Punta Cana, pero poco a poco se fueron yendo todos los que al principio formábamos una gran familia y llegó el momento de estar más cerca de mis hijos en España. De hecho, en 1999 avisé de que yo volvía a España. Podría haber sido sin RIU, pero afortunadamente el señor Antonio Colom quiso contar conmigo para el departamento de Administración de Caribe que se montó en las oficinas del Riu Bali en Playa de Palma. Volví de Punta Cana en febrero del año 2000, justo después del cierre contable”, recuerda José Manuel.
Celdrán asume el cargo de asistente personal de Luis Riu en 2000
En aquel entonces yo tenía un asistente personal, Paco García, que llevaba conmigo tres años. Tenía una larga experiencia en el Caribe, pero también tenía muchas inquietudes personales, era un emprendedor y quiso un cambio. Para sustituirle, Toni Colom me recomendó a “Funsi” y así fue cómo, en noviembre del año 2000 empezó a trabajar conmigo. Y la verdad es que me hicieron un gran favor, Toni al recomendarlo y José Manuel al aceptar. No me puedo imaginar a nadie mejor como asistente. Es que ni haciendo un esfuerzo le encuentro defectos, pero virtudes todas las que quieras. Es buena gente, de absoluta confianza, trabajador, eficaz… y podría seguir. ¡Lo que no entiendo es la capacidad que tiene para aguantarme!
“No es tan difícil. Solo hay que entender que para Luis Riu aquello en lo que está trabajando en ese momento tiene importancia máxima. Trabaja tanto, lleva tantos temas diferentes que él quiere resolver con la mayor rapidez posible para poder pasar al siguiente asunto. Si entiendes eso, organizarte con él es mucho más sencillo”. Eso dice José Manuel. Creo que la clave está en su capacidad para no alterarse ni en los momentos de tensión. Se mantiene estable y calmado. “Sí, creo que gracias a eso no necesito terapias anti estrés, al menos de momento”, bromea, pero con mucha verdad en la afirmación.
“Funsi”, el mejor gestor de la relación entre Luis Riu y las nuevas tecnologías
Pero hay dos etapas de nuestra relación laboral bien marcadas: antes y después de tener iPad. Y eso es:
- Desde 2000 hasta 2011, etapa 100% analógica en la que José Manuel era muchas veces la única manera de contactar conmigo.
- Y desde finales de 2011 hasta hoy, tiempo en el que hemos cambiado mucho la dinámica de trabajo.
Teléfono móvil ni tengo ni voy a tener. Y el iPad lo uso a mi manera. Sé que es una herramienta muy útil, pero nunca la voy a usar para estar permanentemente conectado. Antes parecía una cosa muy de persona antigua, pero hasta los gurús de la productividad y la buena gestión del tiempo recomiendan la desconexión cuando se afrontan tareas que requieren concentración. Precisamente por eso, porque quiero concentrarme en lo que estoy haciendo, reservo momentos puntuales del día para revisar y escribir los correos electrónicos. Sobre todo cuando estoy de viaje, pero también en la oficina.
Desde siempre yo he llevado encima papel y bolígrafo para apuntar las ideas y las tareas. Si estoy de viaje, de visita en una obra u hotel, sigo apuntando a mano aquello que luego se convierte en correos electrónicos, pero es que antes se convertían en notas en las mesas o en faxes. “Luego dicen que me paseo mucho, ¡si es que era una buena parte de mi trabajo! Trasladar todas esas notas a las personas que debían tenerlas para dar seguimiento, hacer una propuesta, valorar una idea… Hoy son emails. ¡Antes las repartía yo en persona!”, dice José Manuel.
Y los emails también pasan por él. Yo veo todo en mi bandeja de entrada y voy respondiendo en una herramienta interna. Luego es él quien hace los envíos. Y esto lleva a mucha gente a preguntar si no duerme. Yo sé dos cosas, que madruga mucho, y que las siestas del fin de semana, ¡que pueden ser de hasta cuatro horas!, son sagradas. Si estoy de viaje en un destino con mucha diferencia horaria, sé que a partir de las 5 o 5:30 todos irán recibiendo los mensajes. Luego estará conectado en la oficina y hará una última revisión a última hora desde casa.
De aquellos paseos por las oficinas le queda un gran conocimiento de todos y de todo lo que pasa en la empresa. “Pero ya no, se hace cada vez más grande y ya no puedo conocer a todos y todo”, dice Celdrán. Aunque “riumores” sabe muchos. Eso seguro. Cosas ligeras, y también serias. Es que sabe de todo. Y de lo que no, lo aprende. Así se ha convertido en nuestro asesor de cabecera con las nuevas tecnologías para Carmen Riu y para mí, que hemos liderado la digitalización de la empresa, pero no estamos bien subidos a ella todavía…
Celdrán ejerce como director de Riu Travel desde 2004
Y tiene otra gran responsabilidad. Desde 2004 dirige Riu Travel y es el responsable directo de Nuria Herreno y Mónica Morillas, quienes llevan la agencia. Antes cada quien organizaba sus viajes. Para cambiar los viejos hábitos y que todos pasaran a través de Riu Travel tuvimos que hacer un gran esfuerzo, Nuria lo pasó mal… Por eso, porque yo quería que todos entendieran que detrás de las decisiones estaba yo, nombré a José Manuel gerente.
Respeto, lealtad y compenetración: claves en la relación entre Luis Riu y Celdrán
“Yo entendí desde el principio que Luis Riu es el alma de esta empresa. Que su instinto y valentía son los que definen el producto, los destinos y el servicio de RIU. Una fórmula de éxito que es la base para que el resto funcione. Por eso le tengo un enorme respeto. Con mi lealtad va a contar siempre”, eso dice José Manuel. Y es que detrás de tanta dedicación tiene que haber cariño, si no, no sería posible.
Nos entendemos y compenetramos. Conoce la empresa de cabo a rabo, ha vivido el Caribe, que tiene sus ritmos y sus dinámicas, y es de mi generación (nació en agosto de 1962, ¡acaba de cumplir los 60!). Eso último creo que también es importante. De hecho, cuando se va de vacaciones o no puede venir a la oficina por lo que sea, cuento los días y las horas para que vuelva. ¡Es que es muy fácil acostumbrarse a tener a un jugador de la Champions en tu equipo!
“No soy indispensable para RIU, nadie lo es, pero sé que Luis me echaría mucho de menos si faltara. De hecho, a veces, cuando me han preguntado cuál es mi trabajo yo respondo que es hacer feliz a uno, hacer feliz a Luis Riu”, dice José Manuel. Y lo consigue, así que espero que todavía queden muchos años por delante. Lo que no negará a nadie es que él se merece un monumento, y Rosa, su mujer, otro igual o más grande. Espero que disfruten mucho de su primera nieta, Emma, que acaba de nacer.
Fdo. Luis Riu
4 comentarios
Totalmente de acuerdo; este SEÑOR es la definición de Nobleza, Bondad y Fidelidad. Gran colaborador!
Sólo añadiría que algunos lo llamamos de manera cariñosa «el verdadero D. Luis».
Aquel que haya tenido la suerte de trabajar con José Manuel sabrá que las palabras de Luis Riu no sólo son más que ciertas sino que inclusive se quedan cortas.
José Manuel es todo un ejemplo
Indudablemente los años de trabajo codo con codo, el sr. Riu y el sr. Celdrán dan como resultado una compenetración digna de admirar.
Para los empleados de Riu, al cual, me siento orgulloso de pertenecer, el sr. Celdrán es un referente y ejemplo a seguir de lealtad, trabajo, respeto y humildad.
Solo me cabe decir: ¡Enhrabuena, sr. Celdrán!.
Fonsi es un Crack además de gran persona y excelente profesional si esta hay es por que se lo merece, digno de admiración un abrazo grande